martes, 18 de febrero de 2014

Historia del termometro.

 Desde el XVI, un instrumento comenzo a revolucionar los conceptos de caliente-frio en el ámbito de la temperatura en general.

Galileo construyó un instrumento sensible a la variación de temperatura, que consistía en un tubo de vidrio terminado en un bulbo grande; tras calentarlo, sumergía el tubo por su extremo abierto en agua, de modo que, al enfriarse, el nivel de aquella subía un poco. Así, la columna de agua variaba de longitud cuando el aire del interior del bulbo se calentaba o enfriaba. Así, la columna de agua variaba de longitud cuando el aire del interior del bulbo se calentaba o enfriaba. Así, la columna de agua variaba de longitud cuando el aire del interior del bulbo se calentaba o enfriaba. Aunque no se consideraba un termometro en realidad, Poseía bases que se asemejaban con un termometro.
Así, la columna de agua variaba de longitud cuando el aire del interior del bulbo se calentaba o enfriaba.



En 1611, el médico veneciano Santorre Santorio puso una escala a aquel instrumento, que marcaba la altura del líquido al colocar el bulbo en agua con hielo y después en la llama de una vela, y dividió el intervalo en partes iguales. A éste se le considero como el primer termometro.

En el siglo XVII, nacieron los primeros termometros a base nde la dilatación de líquidos.



En 1714, el físico Gabriel Fahrenheit reemplazó las mezclas alcohólicas del termómetro florentino por mercurio, lo que le permitía medir temperaturas superiores.

En 1821 T.J. Seebeck inventa el tempopar.

En 1885 Van Duesen inventa el sensor de temperatura de resistencia de platino.

En 1892 Henri-Louis Le Châtelier construye el primer pirómetro óptico.

En América latina, los termómetros de mercurio siguen siendo ampliamente utilizados por la población.

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