lunes, 3 de marzo de 2014

Presión Arterial.

 Monitorizar la presión arterial es indispensable para el diagnostico, prevención y tratamiento de diversos padecimientos que se pudieran llegar en algún momento dado en una persona, esta práctica es básica para llevar un control en el estilo de vida en relación con nuestra salud. 
Como la hipertensión cada vez esta creando cifras más alarmantes en la población, es fundamental hacer caso de ese problema para que no pase desapercibido y llegue a generar más consecuencias en un grupo cada vez mayor de personas.

Basando en la Guía práctica clínica de la hipertensión, podemos ver que existen tres niveles de atención para dar seguimiento a las personas con este padecimiento y así poder dar un tratamiento adecuado de acuerdo al momento de la enfermedad por el que estén cursando. Es importante concientizar a los pacientes que padecen de hipertensión que para que un tratamiento funcione, deben de poner todo lo que este a su alcance, y a nosotros nos correspondería evaluarlos bien mediante técnicas que estén adecuadamente empleadas para su diagnostico, y esto va desde el tipo de esfingomanómetros o baumanómetros, hasta la técnica correctamente empleada para lo toma de presión arterial.

La guía se resume a estos aspectos:


Es importante conocer que engloba cada uno de estos aspectos, para así ser capaces de conocer el tema y saber como actuar en un momento dado para ayudar a una persona, teniendo en cuenta que este siempre será nuestro objetivo.

Y por último les comparto la técnica para lo toma de presión arterial:
Para tomarse la presión, siéntese tranquilamente 5 minutos, sin haber fumado ni tomado café y con la vejiga vacía.
  1. Ponga el brazo izquierdo si es diestro y viceversa a la altura del corazón, apoyándolo en una mesa o el brazo del sillón.
  2. Ponga el manguito alrededor del brazo desnudo, entre el hombro y el codo.
  3. Coloque la campana del estetoscopio en la flexura del codo, justo por debajo del manguito del esfigmomanómetro.
  4. Bombee la pera con rapidez hasta que la presión alcance 30 mm Hg más de la máxima esperada (Este paso puede variar a de 20 a 40 mm hg)
  5. Desinfle el manguito lentamente, haciendo que la presión disminuya 2 a 3 mm Hg por segundo. Escuche el sonido del pulso a medida que cae la presión. Cuando el latido se hace audible, anote la presión, que es la presión máxima o sistólica. Siga desinflando. Cuando el latido deja de oírse, anote de nuevo la presión, que es la presión mínima o diastólica.
  6. Repita el proceso al menos una vez más para comprobar las lecturas. (No repetir más de dos veces seguidas el procedimiento porque se pueden alterar los resultados de la presión arterial).